El otro día te vi, estabas en mis sueños. Sonreía como una tonta mientras tus labios me pedían a gritos que los besara. Pensé en todo lo que pasó aquel día y volví a recordar esas palabras que fueron culpables de las miles de lágrimas que derramé. Quizás mi corazón no quería olvidarlo, pero es tan difícil estar contigo sintiendo lo que siento. Créeme que habrá un día en el que nuestros caminos se vuelvan a cruzar y en ese momento te diré aquello que desde hace tiempo atormenta mi ser, pero esta vez nadie nos detendrá.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Esos ojos marrones posaban su mirada en los míos. Me cogías de la mano y me decías una vez más todo lo que mi corazón necesitaba oír. Desearía que nada hubiera pasado, que todo fuera como antes, que nuestra historia tuviese un principio pero nunca un final y que tú; la chica de mis sueños estuviera junto a mi siempre.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Intenté acordarme de todos tus rasgos, de todas tus características, de todas tus virtudes. Fue inútil, algo en mi me hacía rechazarte. Me hiciste daño y eso no te lo perdonaré nunca, pero nuestra historia jamás la olvidaré, aunque haga lo imposible por intentarlo. En el fondo de mi alma siempre permanecerás, por mucho que me engañe a mi misma.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Me traicionaste una vez más. Nuestros sueños se convirtieron en pesadillas. la peor pesadilla de todas; la vida real. Lloré como una tonta y perdí lo que más quería por hacerme ilusiones de estar junto a ti. Soy una muerta que aunque pueda caminar y respirar, mi corazón jamás volverá a latir. Y mientras tu te ríes de lo estúpida que fui, yo me limito a quererte en silencio, negando lo que mi corazón te suplica a gritos. Algún día volveré a ser feliz.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Esos sueños en los que siempre te paseas desplegando tu aroma que me envenena. En poco tiempo has conseguido lo que nunca una chica había conseguido; enamorarme hasta tal punto que un minuto sin ti es mi perdición. Desearía pasar cada segundo de nuestras vidas juntos, en aquel camino tan corto y tan largo a la vez...
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Soñé con ese camino una vez más, pero a lo lejos aparecía ella. Me enojé como una tonta y no te escuché. Sé que me quieres pero eso podría cambiar. Mientras tú me hagas sentir tuya, yo seré feliz, pero en cuanto te canses de mi, lloraré como una estúpida cría enamorada, una cría capaz de cometer la mayor atrocidad por ti.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Mi corazón la tía a mil por hora cada vez que me otorgabas ser el causante de tu sonrisa. Siempre creí en los amores a primera vista, siempre supe que tarde o temprano la protagonista de mi cuento aparecía y aquel día lo comprendí todo. Quizás nuestra historia empezó antes de lo pensado, quizás en otra vida nos hayamos conocido. Solo sé que quiero ser tuyo eternamente.
El otro día te vi, estabas en mis sueños. Me negaba a comprender qué tenías para hacerme ruborizar de esa manera. Eras diferente al resto. Eras especial, único entre seres iguales. Sé que nunca llegaré a ser la mitad de lo que ella significa para ti, pero algún día te darás cuenta de todos los suspiros que al cielo eché mientras tu nombre recorría cada parte de mi mente.
Muy buena introducción,tienes madera,sigue así.
ResponderEliminarMuchas gracias de verdad:). Espero que también te gusten los capítulos y el libro entero.
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